martes, 23 de diciembre de 2008

Buen esposo, padre ejemplar y persona(je) inigualable.
Roberto Benigni, responsable de la obra maestra que es "La vida es bella", consigue empapar la pantalla de ternura y de pasión por la vida en mundo de guerra.
El director y protagonista de la película es capaz de hacer lo inimaginable: que, por un momento, el espectador se ría de la guerra, convirtiéndola en un juego para salvar la vida y la inocencia de su hijo.
Además de ser inevitable mencionar la inolvidable banda sonora, (donde la música adopta forma de tristeza, alegría y esperanza a partes iguales) es imposible no mencionar al orto héroe de la película, su amada princesa, Dora, que encoge el corazón del espectador al subir al tren.
Y es que, la vida es bella porque, de en vez en cuando, encontramos personas bellas.

GUIDO OREFICE (La vida es bella)

Antes de nada me gustaría aclarar que no he visto muchas de las películas "obligatorias" como Ciudadano Kane o Taxi Driver (entre otras cosas porque, además de que tengo vetados todos los videoclubs del pueblo, creo que soy de los pocos que, aunque tengo Internet desde hace un mes, no he sido capaz de descargar un peli...).
Y, sin más, estos son mis "personajes inolvidables":
No tiene porque ser el bueno, ni el feo ni el malo de la película.
El cine no deja de crear nuevos personajes; puede que las películas se olviden, o que los actores mueran, pero hay personajes a los que un día dieron vida que nunca lo harán.