Un inmejorable Al Pacino da vida a este refugiado cubano, que, cansado de vivir en la miseria, llega a Estados Unidos para triunfar a cualquier precio.
De Palma nos va explicando como desde la nada, Tony consigue subir a la cumbre del narcotrafico... hasta caerse.
Arrogante, desafiante, natural, con muchas pelotas y sin ningún escrúpulo, Tony nos ha regalado algunas de las escenas más memorables, entre ellas, la de la mayor esnifada del cine... y una de las muertes más divertidas.
Si es que... el se divierte asi! Y nosotros nos divertmos con él.
Lo único malo de hacer una peli tan buena, es que las demás decepcionan... vi con demasiadas ganas Los Intocables, y luego ya se sabe lo que pasa.
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